La sanación con Flores de Bach como proceso terapeutico

Uno espera la magia de la cura con el mismo anhelo de encontrar agua si camina en el desierto.

El deseo de sanar provoca tantos espejismos como la necesidad de encontrar un oasis reparador para calmar la sed.

Y entonces, la realidad desaparece y caemos en un mundo de ilusiones.

Sanar es un proceso, no un momento.

Un proceso en el cual participamos activamente y se requiere la esperanza, la perseverancia, el amor a uno mismo y la flexibilidad.

Todas estas virtudes se logran con la terapia floral, por eso, la cura no es inmediata, no es magia, es un proceso.

Alejandra Ruzo

www.alejandraruzo.ar

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