Si el trabajo con esencias florales es una travesía de sanación, ¿acaso llegamos al final? ¿Acaso llega un momento en que ya hemos lidiado con todos nuestros temas emocionales y ya no necesitamos esencias florales?
Estas preguntas se basan en el supuesto de que hay un estado estático de normalidad, salud, felicidad, perfección, dicha o iluminación, que puede alcanzarse de forma permanente.
La verdad es que en tanto estemos vivos en la Tierra, siempre estaremos enfrentados a desafíos para evolucionar en la escuela de la vida.
Si vemos a las esencias florales como catalizadores para el crecimiento del Alma, más que como remedios para arreglar nuestros problemas, siempre tendrán la posibilidad de ayudarnos y ser nuestras aliadas a través de muchos ciclos y espirales de la evolución de nuestra Alma.
Alejandra Ruzo

