Esta escultura refleja de qué forma llenamos nuestra mente de pensamientos sobre lo que sucedió en el pasado o lo que vendrá en el futuro,
impidiendo disfrutar de cada instante del presente.
El exceso de pensamientos nos generan una preocupación y tensión constante, culpas por el pasado y la angustia por el futuro.
Concéntrense en el aquí y ahora.
Lo pasado, pasó y no lo podemos cambiar. El futuro no existe.
Vivamos con la consciencia plena en el ahora.

Obra de Thomas Lerooy, escultor y pintor de Bélgica, nacido en 1981.
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