Si la ansiedad perdura y va en aumento termina en ataque de panico.
Las flores de Bach te ayudan a calmar la ansiedad y el miedo.
Cuando tenemos altos niveles de ansiedad por mucho tiempo, nuestro organismo se vuelve más sensible
-aunque no estemos plenamente conscientes de ello- y el cerebro puede comenzar a percibir amenazas donde no las hay.
Debido a que nuestro cerebro considera que estamos en peligro, desencadena una serie de reacciones que nos van a producir
sensaciones físicas como corazón acelerado, mareos, náuseas, falta de aire, sudoración, inestabilidad, temblores en las piernas,
entre muchas otras. Estas reacciones, en teoría, son para que puedas defenderte o escapar del peligro, sin embargo,
dado que no existe una amenaza «real», se sienten totalmente fuera de lugar.
Como las sensaciones surgen de repente y sin razón aparente, sentimos mucho temor y comenzamos a pensar las peores cosas.
Pensamos, por ejemplo, que nos vamos a morir o que estamos teniendo un infarto.
Sensaciones + Pensamiento= Ataque de pánico. El ataque de pánico es la máxima expresión de ansiedad.
A partir de este punto, no sólo tenemos ansiedad, también tenemos miedo a dicha ansiedad y a lo que esta nos puede hacer sentir.
Una vez que recobramos la calma, quedamos atemorizados y comenzamos a anticipar el terrible momento en el que vamos a sufrir
otro ataque de pánico. La clave para romper este ciclo, está en aceptar esas sensaciones y síntomas de ansiedad por lo que son:
simplemente una señal de que hemos permitido que la ansiedad crezca demasiado y es hora de hacer algo al respecto.
Alejandra Ruzo

